Oí pasar a una señora vendiendo El Tiempo. Me ilusioné con que podría comprar un poco para estar contigo.
Salí del baño y vi que te habías ido. ¡Qué cagada!
-Mami, ¿en la constitución dicen que pensar es delito?
-No hijo, pero en la biblia dice que es pecado.
Él le dijo que la amaba. Ella le pidió la contraseña de Facebook.
Me dijo que no quería bailar. Yo pensé en decirle que se metiera un dedo por el culo, pero le sonreí.
Me tomo un trago, cierro los ojos y con la música tocándome todo el cuerpo vuelves a estar junto a mi.
-Señora, ¿a cómo la arepa?
-Para usted gratis, lindo- y me picó un ojo.
-Señora, ¿a cómo el pan?
-Para usted gratis, lindo- y me picó un ojo.
-Joven, ¿a cómo la leche?
-Para usted gratis, linda.
Quedé con un ojo morado.
El marranito convencido de querer ser lo mejor en su vocación, respondió que quería ser tocineta.
Vi un grupo llamado "Gente pinta". Me quise unir pero no aceptaron mi solicitud de amistad.
Que talento!
ResponderEliminarVe, llegué acá de pura chiripa al leer tu comentario en el blog ese de indignación por lo de la Azcárate. En fin..creo que me gustó más pasar por acá que pasar por allá.
ResponderEliminarFijate, a mí me late que los microcuentos tienen lo que las frases del tipo 'en casa de herrero, cuchillo de palo' también tienen. Una idea que aplica a todo, que resume todo pero que tiene poca utilidad. ¡Genial!
Me mató el del marranito. Me quedo pensando si el que nace pa'culebra, se pasa la vida mordiendo. ¿Vos qué creés?
¡Saludos pues!
F:
Hey muchas gracias por tus apreciaciones y tus comentarios positivos. Tengo un poco abandonado el blog, pero hoy mismo he decidido retomarlo, por eso he visto tu comentario.
EliminarLo de los cuentos cortos salió de ver que un profesor ponía estados en su Facebook con ellos y yo le respondía con otros cuentos. Simplemente recopilé unos e inventé otros, luego los subí. Definitivamente no sirven para nada, solo para pensar un poco en algo.
Y bueno, el marranito, pobre de él, me le comí la mamá anoche en una hamburguesa. Dios lo bendiga hasta que le toque a él... porque le toca jajaja.
Un saludo, seguiré tu blog. Espero que leas también lo que seguiré publicando.
Creo que cada uno de tus microcuentos tienen un pequeño lazo que los arrastran y los amarran a mi. Buen blog y para usted cuando quiera, lindo.
ResponderEliminar